El Reglamento Interno de Evaluación, Calificación y Promoción Escolar define para los estudiantes cómo se miden y validan sus aprendizajes: fija una escala de notas de 1,0 a 7,0, distingue entre evaluación diagnóstica (inicial), formativa (proceso) y sumativa (final), y establece criterios claros y plazos de entrega. Incluye además mecanismos de recuperación para quienes no alcancen los estándares, participación activa mediante autoevaluación y coevaluación, y requisitos de asistencia mínima para optar a la promoción de curso. Finalmente, contempla adaptaciones para necesidades educativas especiales y asegura retroalimentación continua, promoviendo un proceso inclusivo y orientado al éxito académico de cada alumno.
El Reglamento de Convivencia Escolar establece para los estudiantes sus derechos y deberes (respeto mutuo, participación y cuidado de las instalaciones), detalla las normas de comportamiento (faltas leves, graves y gravísimas), y describe los procedimientos disciplinarios y mecanismos de resolución de conflictos (mediación, sanciones formativas y protocolos de denuncia). Incluye además pautas sobre asistencia, puntualidad, uso de uniforme y tecnología, y protocolos específicos ante situaciones de acoso, violencia o emergencias (salud, salidas pedagógicas y seguridad escolar). Con este reglamento, cada alumno conoce claramente los límites de su conducta, las consecuencias de incumplirlas y las vías de apoyo y protección para garantizar un ambiente inclusivo y seguro.